sábado, 5 de septiembre de 2009

EL CINE ESPAÑOL, EL SIGLO DE ORO Y EL ARTE DE COPIAR Y PEGAR



Es de sobra conocida la escasísima cantidad de películas españolas centradas en su etapa más esplendorosa: la época que va desde 1492 hasta finales del siglo XVII. Son sólo unas pocas películas las que se han hecho sobre este periodo y de muy baja calidad, más centradas en glorificar un pasado al que algunos pretendían regresar. Si hablamos de adaptaciones literarias o biográficas de los grandes nombres de la época, tales como Calderón de la Barca, Velázquez o Murillo, el número es incluso más inferior en calidad y cantidad. Si uno compara el fruto que los ingleses o franceses le han sacado a su periodo imperial, la derrota española es por goleada.

Una de las pocas películas españolas sobre el periodo imperial que verdaderamente merece la pena, sin alcanzar el grado de obra maestra, es El rey pasmado de Imanol Uribe y basada en la novela de Torrente Ballester Crónica del rey pasmado. El argumento se centra en la obsesión que el rey Felipe IV tiene con una prostituta a la que conoce.

El propósito de este artículo no es el de analizar la película de Uribe sino el de comentar la sinopsis que se puede leer en la grandísima mayoría de sinopsis que existen en internet sobre esta película. Se preguntaran cómo he llegado aquí. El otro día, mientras buscaba un artículo sobre Felipe IV, di con una sinopsis de El rey pasmado que comenzaba de la siguiente forma:

"Historia ambientada en el siglo XVIII en la corte del rey de España Felipe IV..."

No tuve más que leer la primera frase del supuesto argumento para darme cuenta de que había un siglo de más. El rey Felipe IV accedió al trono en 1621, tras el fallecimento de su padre Felipe III, y estuvo en éste hasta su muerte en 1665. Tras leer eso, me entró la curiosidad de introducir dicha frase en el buscador de Google junto con el título de la película. El resultado me dio nada más y nada menos que 12.500 resultados de páginas en las que el resumen del argumento de la película comienza con dicha frase.

A continuación, introducí los mismos términos pero cambiando siglo XVIII por siglo XVII que es el que le correspondería de estar bien redactada la sinopsis. Resulta que no hay ni una sola página que contenga dicha frase en relación a la película de Aranda.

¿Hasta que punto es fiable internet a la hora de realizar una búsqueda? A tenor de los resultados mostrados, es muy poco fiable. Pero lo peor de todo es la extensión de un fenómeno, que va acompañado de algunas de las peores virtudes del ser humano, como son la ignorancia y la pereza, y que es el de "copiar y pegar". Y el que venga detrás mía que se busque la vida, deben pensar los que alimentan este fenómeno.

¿Adónde estamos llegando? ¿En que se está convirtiendo la red de redes? El error temporal en la frase no sólo encierra ignorancia sino desprecio a todo aquel que va a leer la información. Varias veces he recibido ya un e-mail en el que García Márquez se despedía de todos con unas frases que el autor colombiano nunca diría y que son más propias de las novelitas de Corín Tellado. A mal sitio vamos si utilizamos, encima, los grandes nombres de la literatura para otorgarnos autoridad y atraer la atención.

¿Conoce la gente la historia de España? ¿Puede estar relacionado este desconocimiento generalizado de la época histórica más importante del país con el hecho de que no se hagan películas sobre dicho periodo?

La pregunta "¿quién descubrió América?" se ha usado siempre en España como paradigma del conocimiento compartido, de algo fácil de responder. Sin embargo, termino el artículo con la duda acerca de si existe un abismo en dicho conocimiento compartido y lo que vino después del descubrimiento. ¿Saben, los que han copiado la sinopsis con el siglo equivocado, que Felipe IV no vivió en el siglo XVIII o simplemente no leen las cosas antes de publicarlas? Internet nos ha servido y sirve a muchos para expandir conocimientos. Desafortunadamente, a la mayoría sólo le ha servido para expandir el desconocimiento. La frase que he traído aquí hoy es un claro ejemplo de ello.

1 comentario:

Arantxa dijo...

valoro el contenido del artículo, crítica desde el punto de vista delñ rigor histórico. pero desde el rigor gramático, introduje es correcto, no introducí.